Tras los escándalos del espionaje a los miembros de su partido pero no de su cuerda, a Esperanza Aguirre la salpican, como para darse un baño, 76 contratos dados a dedo a gentes que según dice "no son de su partido" pero, digo yo, sí de su cuerda. (Público, 07-02-2008).
A pesar de las corrupciones a la Aguirre, como muy bien sabemos, no le llega la pasta a fin de mes.
Mientras, lo que no le llega a Rajoy, es la camisa al cuerpo pensando que, a este ritmo de escádalos, no aguanta hasta las próximas elecciones.
A pesar de las corrupciones a la Aguirre, como muy bien sabemos, no le llega la pasta a fin de mes.
Mientras, lo que no le llega a Rajoy, es la camisa al cuerpo pensando que, a este ritmo de escádalos, no aguanta hasta las próximas elecciones.
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