Ya imaginábamos que la crisis iba a afectar en primer lugar a las poblaciones más desfavorecidas y socialmente menos asentadas, entre ellas a las de inmigrantes. Incluso era de suponer que se producirían brotes xenófobos con el inmoral argumento de “que nos quitan el pan”.
Pero hete aquí que no ha sido la respuesta de la calle la que ha dado el escándalo, sino las instrucciones del Ministerio del Interior, que han tasado el número de detenciones de extranjeros que había que hacer al día y qué, prioritariamente, deberían de ser de una determinada nacionalidad (Público, 16-02-09). Xenofobia y discriminación, todo en el mismo paquete. Además proponía la instrucción que si no se encontraban suficientes para cumplir el cupo en el distrito podían conseguirse en otro.
En fin, todo un despropósito de violación de los derechos humanos.
No resultaría raro que se diera la conversación que recoge el chiste-vídeo al que puedes acceder pinchando aquí.
Pero hete aquí que no ha sido la respuesta de la calle la que ha dado el escándalo, sino las instrucciones del Ministerio del Interior, que han tasado el número de detenciones de extranjeros que había que hacer al día y qué, prioritariamente, deberían de ser de una determinada nacionalidad (Público, 16-02-09). Xenofobia y discriminación, todo en el mismo paquete. Además proponía la instrucción que si no se encontraban suficientes para cumplir el cupo en el distrito podían conseguirse en otro.
En fin, todo un despropósito de violación de los derechos humanos.
No resultaría raro que se diera la conversación que recoge el chiste-vídeo al que puedes acceder pinchando aquí.
Para el capital multinacional, para los trapicheos financieros no ha habido ni hay fronteras. ¿Para cuándo no las habrá para las personas?
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