Al rey, ese vividor que Franco nos puso de jefe de estado, también le regalan (Público, 25-07-2009). Nada de fruslerías. Entre los muchos obsequios figura el yate “Sinvergüenza”, perdón, “Bribón” que nada menos que costó a unos dadivosos empresarios la friolera de 18 millones de euros.
Dicen que hay que regular este asunto de los regalos; lo que pase del boli de promoción: cohecho.
Dicen que hay que regular este asunto de los regalos; lo que pase del boli de promoción: cohecho.
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