sábado, 11 de octubre de 2008

LA DIGNIDAD DE GALLARDÓN Y EL HOMBRE ANUNCIO

El liberal alcalde de Madrid, Gallardón, va a prohibir los hombres anuncio -de las mujeres no ha dicho nada- porque le parece indigno ese trabajo (El País. 11-10-08).
Señorito Gallardón, por qué no se preocupa de la dignidad laboral de los ciudadanos de Madrid: si tienen casa donde vivir, si cobran lo que tienen que cobrar por su trabajo, aunque sea de hombre anuncio, si están dados de lata en la SS…
¿También va a prohibir los hombres anuncios digitales con lo moderno que es eso? (El País. 09-10-08)
¿Va a impedir que los jugadores de fútbol lleven sus camisetas con propaganda?
¿No dará más la mano al laureado Fernando Alonso porque en su mono exhibe todo tipo de propaganda?
¿No permitirá que los militantes del PP se paseen con las camisetas de propagnada de su partido?
¿No son estos, según su criterio, indignos hombres anuncio?
Para rematar la faena la ínclita Botella, Delegada de Medio Ambiente, ha lanzado una de sus peras y manzanas, preguntando al personal “si le gustaría ver a su hijo de hombre anuncio”. Lo que a un padre-madre no le gusta ver es a su hijo sin trabajo, sin poder pagar la hipoteca, tener que hacese varias hora de transporte para luego cobrar una miseria al mes, etc, etc.
Indignos, por las consecuencias de sus actos, son los especuladores de la bolsa, los empresarios que mientras suspenden pagos en sus empresas se llevan espléndidos finiquitos (Público. 11-10-08) sobre los que estos políticos no dicen ni pio y con los que, si se tercia, no han dudado en comer o cenar.
Estos liberales de pacotilla son los adalides de la doble moral, de la hipocresía y, si lo quieren en plan bíblico, unos fariseos, unos sepulcros blanqueados.
Ocúpense de nuestros derechos, que es su obligación, que nosotros sabemos muy bien ocuparnos de nuestra dignidad.
¡Serán majaderos!