Transcribo la carta que mi alter ego dirige a la saharaui Aminatu Haidar en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote:
«Admirada y querida Aminatu:
Llevo unos 30 de los 65 años que tengo, de solidaridad con la causa saharaui y, en la medida en que he podido, de lucha para que tu pueblo tenga la oportunidad de decidir libremente su futuro.
Sé, como buena parte de la población española, que el último gobierno de la dictadura franquista se quitó de encima el problema del Sáhara con aquel Acuerdo Tripartito que permitió al ejército marroquí invadir la antigua colonia-provincia española; acuerdo que firmó, como Jefe de Estado Interino, el entonces príncipe Juan Carlos, al que hoy le importa un bledo lo que os pase.
Sé que muchos saharauis, allá en 1975, tuvieron que huir al desierto, perseguidos a sangre y fuego, bombardeados con 'napalm' por el ejército marroquí, y que allí llevan 35 años abandonados a su suerte.
Sé que quienes quedaron en los territorios ocupados vienen soportando desde hace 35 años: persecución, encarcelamientos, torturas, muertes, desapariciones, etc. bajo la opresión de Hassan II y después de su hijo Mohamed VI.
Sé que mientras los distintos gobiernos que ha tenido España tras la muerte de Franco, presumían -y presume el actual- de las hechuras democráticas de este país, han olvidado que la democracia no será completa si no termina el proceso de descolonización del Sáhara Occidental.
Sé que el gobierno español es el responsable último de que concluya este proceso tantas veces avalado por las resoluciones de Naciones Unidas, y que Marruecos es el culpable inmediato de que no se lleve a cabo el referéndum de autodeterminación.
Sé que, en estos 30 años los gobiernos de la inacabada democracia española, no han tomado una sola decisión, para hacer efectivo el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, que pudiera incomodar a la dictadura marroquí pues han tenido miedo de que el vecino del Sur suelte las amarras de las pateras, finja no ver a los terroristas, no facilite la pesca en los caladeros del Sáhara, agite Ceuta y Melilla, etc.
Sé que, tras la firma de un acuerdo de paz que ratificó la ONU, entre el POLISARIO y el anterior tirano marroquí, éste lo incumplió y no permitió que se celebrara el referéndum en el año 92 del pasado siglo, como estaba pactado.
Sé que a pesar del continuo hostigamiento de Marruecos, de la represión en el Sáhara ocupado y de la dureza de la vida de los refugiados en los campamentos de Tinduf, el pueblo saharaui está dando ejemplo de cómo se lucha sin violencia por conseguir sus legítimos objetivos políticos.
Sé que todas las justas pretensiones del pueblo saharaui a decidir en un referéndum su independencia chocan con los intereses de los países poderosos que, a pesar de que la legalidad está de parte de vuestro pueblo, no mueven un dedo para que Marruecos la cumpla sino todo lo contrario.
Sé que tú misma has sido encarcelada y torturada y que, en una última vuelta de tuerca, Mohamed VI te han privado ilegítima e ilegalmente de poder llegar a tu casa y vivir allí con tus hijos.
Sé que el gobierno español ha colaborado, ingenua o malintencionadamente (cuado se habla de un gobierno poco importa) para que esto fuera posible y que, aún en la situación actual sigue tratando con guante de seda a Marruecos sin atreverse a plantarle cara definitivamente, a pesar de que sus representantes se permiten contundentes amenazas.
Sé que a la UE le interesan más sus relaciones comerciales con Marruecos que tu existencia o el futuro de tu pueblo.
Sé que la ONU no va a ir más allá de unas declaraciones más o menos conciliadoras acordes con su reconocida inutilidad.
Sé que cualquiera de las cuestiones dichas hasta aquí, hubieran sido causa suficiente para iniciar una huelga de hambre, como expresión máxima de la lucha pacífica por la dignidad personal o por los legítimos intereses colectivos.
Sé que no es lícito que, por cualquier sistema, te priven de llevar tu protesta hasta sus fatales consecuencias.
Sé que tu principal enemigo, Mohamed VI, se frotaría las manos de satisfacción si tales consecuencias se produjeran.
Sé que, en última instancia, tú eres la que tienes que valorar la relación riesgo-beneficio y tomar la decisión que creas oportuna.
Sé que, todo esto y mucho más, tú lo sabes también.
Pero, Aminatu, te pido encarecidamente que no te dejes morir; seguro que cualquier decisión que tomes para conservar tu vida dejará indemne tu dignidad, aliviará a tu familia y fortalecerá la causa saharaui.
Si tú mueres, el pueblo saharaui tendrá una mártir más pero una luchadora menos y a vosotros los que sufrís y a nosotros, los que nos solidarizamos, nos hace más falta una Aminatu Haidar luchadora que mártir.
«Admirada y querida Aminatu:
Llevo unos 30 de los 65 años que tengo, de solidaridad con la causa saharaui y, en la medida en que he podido, de lucha para que tu pueblo tenga la oportunidad de decidir libremente su futuro.
Sé, como buena parte de la población española, que el último gobierno de la dictadura franquista se quitó de encima el problema del Sáhara con aquel Acuerdo Tripartito que permitió al ejército marroquí invadir la antigua colonia-provincia española; acuerdo que firmó, como Jefe de Estado Interino, el entonces príncipe Juan Carlos, al que hoy le importa un bledo lo que os pase.
Sé que muchos saharauis, allá en 1975, tuvieron que huir al desierto, perseguidos a sangre y fuego, bombardeados con 'napalm' por el ejército marroquí, y que allí llevan 35 años abandonados a su suerte.
Sé que quienes quedaron en los territorios ocupados vienen soportando desde hace 35 años: persecución, encarcelamientos, torturas, muertes, desapariciones, etc. bajo la opresión de Hassan II y después de su hijo Mohamed VI.
Sé que mientras los distintos gobiernos que ha tenido España tras la muerte de Franco, presumían -y presume el actual- de las hechuras democráticas de este país, han olvidado que la democracia no será completa si no termina el proceso de descolonización del Sáhara Occidental.
Sé que el gobierno español es el responsable último de que concluya este proceso tantas veces avalado por las resoluciones de Naciones Unidas, y que Marruecos es el culpable inmediato de que no se lleve a cabo el referéndum de autodeterminación.
Sé que, en estos 30 años los gobiernos de la inacabada democracia española, no han tomado una sola decisión, para hacer efectivo el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, que pudiera incomodar a la dictadura marroquí pues han tenido miedo de que el vecino del Sur suelte las amarras de las pateras, finja no ver a los terroristas, no facilite la pesca en los caladeros del Sáhara, agite Ceuta y Melilla, etc.
Sé que, tras la firma de un acuerdo de paz que ratificó la ONU, entre el POLISARIO y el anterior tirano marroquí, éste lo incumplió y no permitió que se celebrara el referéndum en el año 92 del pasado siglo, como estaba pactado.
Sé que a pesar del continuo hostigamiento de Marruecos, de la represión en el Sáhara ocupado y de la dureza de la vida de los refugiados en los campamentos de Tinduf, el pueblo saharaui está dando ejemplo de cómo se lucha sin violencia por conseguir sus legítimos objetivos políticos.
Sé que todas las justas pretensiones del pueblo saharaui a decidir en un referéndum su independencia chocan con los intereses de los países poderosos que, a pesar de que la legalidad está de parte de vuestro pueblo, no mueven un dedo para que Marruecos la cumpla sino todo lo contrario.
Sé que tú misma has sido encarcelada y torturada y que, en una última vuelta de tuerca, Mohamed VI te han privado ilegítima e ilegalmente de poder llegar a tu casa y vivir allí con tus hijos.
Sé que el gobierno español ha colaborado, ingenua o malintencionadamente (cuado se habla de un gobierno poco importa) para que esto fuera posible y que, aún en la situación actual sigue tratando con guante de seda a Marruecos sin atreverse a plantarle cara definitivamente, a pesar de que sus representantes se permiten contundentes amenazas.
Sé que a la UE le interesan más sus relaciones comerciales con Marruecos que tu existencia o el futuro de tu pueblo.
Sé que la ONU no va a ir más allá de unas declaraciones más o menos conciliadoras acordes con su reconocida inutilidad.
Sé que cualquiera de las cuestiones dichas hasta aquí, hubieran sido causa suficiente para iniciar una huelga de hambre, como expresión máxima de la lucha pacífica por la dignidad personal o por los legítimos intereses colectivos.
Sé que no es lícito que, por cualquier sistema, te priven de llevar tu protesta hasta sus fatales consecuencias.
Sé que tu principal enemigo, Mohamed VI, se frotaría las manos de satisfacción si tales consecuencias se produjeran.
Sé que, en última instancia, tú eres la que tienes que valorar la relación riesgo-beneficio y tomar la decisión que creas oportuna.
Sé que, todo esto y mucho más, tú lo sabes también.
Pero, Aminatu, te pido encarecidamente que no te dejes morir; seguro que cualquier decisión que tomes para conservar tu vida dejará indemne tu dignidad, aliviará a tu familia y fortalecerá la causa saharaui.
Si tú mueres, el pueblo saharaui tendrá una mártir más pero una luchadora menos y a vosotros los que sufrís y a nosotros, los que nos solidarizamos, nos hace más falta una Aminatu Haidar luchadora que mártir.
Un cariñoso saludo.
¡Viva el Sáhara libre!»
1 comentario:
Me gusta mucho la carta,Yeyo. Lo positivo de esta situación es que el tema del Sáhara está en las primeras planas. Como decía Marcos: "Sólo somos noticia cuando matamos o morimos". ¡¡¡Lástima!!! .
Un besazo.
Piluca
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