La condena de dos periodistas de la SER por haber publicado los nombres (El País, 24-12-2010) de algunos tapados que se afiliaron irregularmente al PP para sustituir, en Villaviviosa de Odón, a un dirigente gallardonista por un aguirrista, sólo ha merecido del Sr. Rajoy un descafeinado comentario: “no parece que haya proporcionalidad entre el hecho y la pena impuesta” (El País, 11-01-2010).
Ni pío ha dicho el jefe de la oposición sobre si considera delictivo o no el informar sobre algo que es de interés social y, sobre todo, cierto. Parece que a don Mariano si que le parece que hayan sido malos los periodistas, pero que la cosa podría haberse resuelto, quizá, con unos azotes en el trasero.
Otros han manifestado abiertamente su absoluto desacuerdo con el carácter delictivo de la información. Es significativo el artículo de Juan Luis Cebrían, (El País, 10-01-2010) comentado el asunto, si bien desliza afirmaciones, sobre otros temas, bastante discutibles.
Ni pío ha dicho el jefe de la oposición sobre si considera delictivo o no el informar sobre algo que es de interés social y, sobre todo, cierto. Parece que a don Mariano si que le parece que hayan sido malos los periodistas, pero que la cosa podría haberse resuelto, quizá, con unos azotes en el trasero.
Otros han manifestado abiertamente su absoluto desacuerdo con el carácter delictivo de la información. Es significativo el artículo de Juan Luis Cebrían, (El País, 10-01-2010) comentado el asunto, si bien desliza afirmaciones, sobre otros temas, bastante discutibles.
No puedo estar más de acuerdo con calificar de estúpida la sentencia y el propio encausamiento por, sencillamente, usar del derecho a la libertad de expresión; sin embargo debería de haber más pronunciamientos similares cuando quienes son juzgados no tienen la relevancia social del los condenados ahora.
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