Nadie a estas alturas del fandango de la crisis duda ya que los culpables de la misma son los especuladores de todo tipo con la baca amparándolos y los gobiernos lánguidos y condescendientes incapaces de hacer una política que defienda al ciudadano de a pié de las arpías financieras.Cabría esperar que fueran ellos, los que nos han robado durante años con hipotecas fraudulentas, inversiones exotéricas o simplemente con el asalto a mano armada en el cruce de los caminos financieros, los que pusieran de su bolsillo le dinero necesario para afrontar su desastrosa gestión. Pues no; se ponen de acuerdo nuevamente (¿estuvieron en desacuerdo alguna vez?) banqueros y gobierno y el segundo engrasa con millones de euros, de todos los demás, a los primeros para que sigan haciendo lo mismo y con toda seguridad el ciclo se repita en poco tiempo.
El panorama es desolador y más si observamos la dejadez que el gentío demuestra, consolidado con su desgana el nefasto sistema que nos ha llevado a la actual situación.
Quizá vendrán mejores épocas pero, como no nos las curremos, serán para los de siempre.
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