En ciudades como Segovia, con un sector hostelero de importancia, la noticia de que el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, paga en negro a sus trabajadores, no provoca más allá de una sonrisa mientras se masculla: «vaya novedad».
Estoy seguro, conozco alguno, que no todos los empresarios hosteleros segovianos pagan las «extras» (incluso salarios normales) a sus camareros con dinero negro, pero es una práctica que se considera habitual.
Se producen pocas denuncias pues quien se atreve a presentarla, dada la demanda de empleo que existe, se arriesga a no volver a trabajar en el sector.
La Inspección de Trabajo algo hace pero hay mil y una triquiñuela para burlarla.
No queda más remedio que aumentar el control y eso pasa por presencia del inspector, en bodas y banquetes, en las cenas con motivo de vacaciones, los fines de semana, etc. y, claro está, sin previo aviso.
Otra idea: cuando sepamos de algún acto de este tipo no estaría mal aparecer a la puerta del establecimiento en cuestión para informar a los posibles clientes.
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